Es conocido como minicuento, microcuento, cuento breve o minirrelato. Es un cuento muy breve no más de 300 palabras de ahí el nombre, pero contiene en su mayoría las mismas características de un cuento ordinario que son: personajes, nudo y solución. La elipsis de un minicuento es concisa debido a la economía de sus palabras, pero no sus ideas. Las historias relativamente son sorprendentes y algunas terminan de desarrollarse en la mente del lector. Grandes escritores hispanos han dado mucha importancia a esta categoría desarrollando una corriente literaria muy popular. Desde el siglo XX los cuentistas han incorporado este tipo de relatos en sus obras. Se cree que la aceptación de los minicuentos por parte de la sociedad cambiante es la misma razón por la que los establecimientos de comida rápida han proliferado. Y no solo estos, también los negocios que ofrecen productos o servicios rápido a consecuencia del ritmo de vida. Otro de los factores que han ayudado a popularizarse es el internet y la enorme cantidad de información que ofrece. Formar parte de una red social es ver más de 150 publicaciones al día, obviamente un cuento ordinario no tiene cabida en este tipo de rutinas, pero si la tienen los minicuentos.
El minicuento más popular en la historia de habla hispana y el más analizado es El dinosaurio del guatemalteco Augusto Monterroso:
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
En siete palabras se expone una historia capaz de adaptarse a las ideas del lector. Es completamente sugestivo en la universalidad de su laconismo. Las múltiples interpretaciones lo vuelven interesante. No es de sorprenderse que éste cuento tenga muchos minicuentos inspirados en él.
El escritor argentino Julio Cortázar nos deleita también con otro gran minicuento:
Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se visten y, así progresivamente, van volviendo a ser lo que no son.
Otro gran pequeño cuento es Calidad y Cantidad de Alejandro Jodorowsky:
No se enamoró de ella, sino de su sombra. La iba a visitar al alba, cuando su amada era más larga.
Se puede apreciar que es más directo usando una metáfora. Aún así no deja de ser contundente ni sugerente.
A continuación, otros minicuentos muy populares:
El emigrante
Luis Felipe G. Lomelí
- ¿Olvida usted algo? - Ojalá.
El loco
John Katzenbach
- Y dígame, ¿usted escucha voces en su cabeza? - (No, dile que no) - No, doctor.
Amenazas
William Ospina
- Te devoraré – dijo la pantera. - Peor para ti – dijo la espada.
¡Qué mala suerte!
Adán Camacho
Fue lo último que pensó el gato negro al cruzar por séptima ocasión la vía del tren.
Si deseas incursionar en el mundo de la mini literatura te recomendamos leer Ironías del escritor mexicano Adán Camacho considerado uno de los mejores representantes de la categoría en el siglo XXI. Su libro Ironías es de las pocas obras dedicadas al 100% de este tipo de narrativa. A continuación, te dejamos el enlace donde podrás conseguirlo en Amazon: