Ahora que la palabra está de moda (si se puede considerar así) sería interesante conocer su origen. Huachicol no aparece en el diccionario de la RAE puesto que es un neologismo propio del castellano de México para señalar el alcohol adulterado.
Actualmente, huachicol también comprende el ‘combustible robado’ y proviene de la palabra maya ‘huach’ que originalmente se usaba para referirse a forasteros o ladrones. Con el tiempo, tal palabra cambió a ‘huache’ con el sufijo ‘col’ para actividades ilegales.
En el siglo pasado la industrialización mundial del tequila atrajo la atención de usurpadores que, con poca inversión, adulteraban la bebida con alcohol de caña para ofrecer precios muy debajo del precio regular y así garantizar la venta. Se les comenzó a reconocer como huachicoleros a estos criminales.
En México se vive una psicosis por falta de combustible, las gasolineras no están operando al cien y las pocas pipas que esporádicamente las abastecen generan filas kilométricas de automovilistas haciendo colas para surtir. Este desabastecimiento proviene de una estrategia del gobierno para combatir al gran problema nacional del huachicol, personas que roban el combustible y lo comercializan de manera ilegal. El combate es indefinido y en algunos estados, los mexicanos han hecho filas hasta por 15 horas.