Este museo, como su nombre lo dice, se trata de figuras de arte que los turistas pueden contemplar en su máximo esplendor, pero tienen algo muy singular, que se encuentran debajo del agua. Convirtiéndose en un atractivo bastante interesante.
Ubicado en el mar Caribe de México, está rodeado por Cancún, Punta Nizuc e Islas Mujeres. Fundado en el año 2009 por Jaime González Cano y el artista Jason deCaires. La intención principal de este lugar, es recrear el concepto de la interacción entre el arte, la protección del medio ambiente y la belleza. Y cuenta con cerca de 250,000 visitantes al año, esto hace que se convierta en una fuente de ingresos importantes para Cancún.
El Artista Jason deCaires Taylor prácticamente ha sido quien le dio vida a las obras que han sido integradas en este museo.
Las obras ocupan una extensión de aproximadamente 420 metros cuadrados. Y con ayuda de biólogos marinos, se ha considerado el material para que sea positivo en la ayuda del crecimiento de coral. Y adaptándose así a la posibilidad de crear una zona de arrecife con el paso de los años. Este museo está dedicado a la protección de las especies marinas.
El museo está diseñado de tal forma que, los visitantes puedan contemplar dicho lugar, ya sea a través de barcos con fondo de cristal, mediante buceo, snorkel, entre otros. Ya que algunos no tienen una gran profundidad, que al nadar puede ser accesible contemplar estos lugares, sin embargo, al contar con una extensión considerable, es posible admirar piezas que se encuentran en zonas más profundas.
También hay algunas esculturas por parta de otros artistas Mexicanos, como la de Karen Salinas con su obra: SeaScapes. Rodrigo Quiñones con Biomapa. Roberto Díaz con La Musa del Océano y Salvador Quiroz con Bacab. Dichas obras realizadas en el 2011.
Interesantes obras que podrán admirar durante la visita a este Museo. No obstante, es necesario mencionar que México cada vez más cuenta con lugares interesantes en todos sus aspectos. Es por esto que se cree necesario dar a conocer estos valiosos lugares. Que por desgracia, muchas veces ni siquiera estamos conscientes de su existencia.