Aunque la palabra poliamor es un neoligismo no incorporado al diccionario de la Real Academia española, en Wikipedia aparece la siguiente exposición:
Poliamor es un neologismo que se refiere a mantener relaciones amorosas o sexuales, de manera simultánea con varias personas, con consentimiento y conocimiento de todos los involucrados. El individuo que se considera a sí mismo emocionalmente capaz de tales relaciones se define a sí mismo como poliamoroso.
La definición es totalmente correcta y cercana a la práctica.
Los convencionalismos designados a relaciones amorosas permitidos por la sociedad sometidos a creencias religiosas y/o políticas indican que lo verdaderamente aceptable es una pareja basada en la monogamia celebrada entre un hombre y una mujer mayores de edad con mutuo acuerdo de fidelidad hasta que alguno de los dos fallezca.
En el siglo XXI los jóvenes han disminuido sus creencias hacia esas prácticas organizando nuevas formas de relacionarse. La definición de pareja ha comprendido muchas nuevas maneras de conformarse que han sido objeto de análisis por varios gobiernos del mundo con el fin de otorgarles derechos y garantías. Un cambio de ésta envergadura, en comparación, pudiera haberse vivido en los Estados Unidos a finales de los sesentas en la lucha por los derechos civiles de ciudadanos afroamericanos encabezados por el activista Martin Luther King. en la segunda década de siglo XXI, muchas parejas homosexuales han sido reconocidas por gobiernos, sociedades e incluso por algunas organizaciones religiosas muy conservadoras.
Con estos cambios idealistas se suman muchos otros característicos de la actual generación que mueve al mundo: Los millennials. Con sus propuestas de reivindicación, muchas no son del todo acertadas y entran más en falta de valores éticos y morales que en alternativas realmente efectivas para vivir.
Las relaciones poliamorosas no satisfacen el pleno desenvolvimiento humano de los participantes al igual que tampoco lo hace una vida en monogamia.
«Al principio teníamos celos pero hemos aprendido a lidiar con ellos.» Comenta Marian N de la CDMX inmiscuida en una relación poliamorosa. Su novio, Fabián N, la engañó por varios años y cuando Marian lo descubrió lo dejó. La insistencia del joven sería para volver con ella sería el principio para un concepto de convivencia nuevo para ambos. Fabían mantenía relaciones sexuales con otras chicas mientras Marian los esperaba en la sala del mismo apartamento para desayunar. Al cabo de meses, Marian encontró un chico con quién comenzó a relacionarse sentimental y sexualmente sin romper la relación con Fabián que, al principio protestaba. Marian comenta que ambos tenían los mismos derechos en la relación que de otra forma, el concepto de poliamor se convertiría en engaño consensuado beneficiando solo a un integrante de la pareja.